Wikiloc
Garmin Connect
Tras el chasco de la Quebrantahuesos, este domingo el tiempo nos iba a acompañar.
Otros años ya habíamos realizado esta marcha y suele estar bastante bien, sobre todo si no hay barro.
Así pues, nos presentamos en Izarra a primera hora de la mañana para formalizar las inscripciones. Nos da tiempo a tomarnos un café antes de la salida.
A las 9:30 h nos ponemos en marcha.
Enseguida nos damos cuenta de la dureza que nos espera, muy rompepiernas desde el principio, con importante subida a partir del km 10. En el 22 coronamos la máxima altitud pero continúan los desniveles. Menos mal que empieza la bajada por senderito estrecho en un maravilloso bosque. En un abrir y cerrar de ojos nos presentamos en Izarra, donde está el avituallamiento, bien provisto de todo, pos cierto.
Este es el punto final de la marcha corta, pero para los de la larga, nuestro caso, quedan otros 20 km.
Los organizadores apuntan la dureza del terreno al igual que lo bonito del recorrido, y es que hay 2 importantes subidas; la cruz de Anda y subida a Badaia por Eskolumbe.
En la primera, las rampas son duras pero poco a poco coronamos, destacar a 2 fogosos animadores en paños menores, no dábamos crédito a lo que estábamos viendo.
Rápida bajada ya que sin darnos cuenta estamos en Eskolumbe subiendo de nuevo. Este sí que se hace más largo, rampas sin descanso hasta arriba. A lo lejos vemos ya Ganalto dejándolo a mano dcha enfilamos el descenso. Parece que ya ha pasado lo más duro, estamos sobre el km 45 así que falta poco. Pues no, lo más duro estaba por llegar. Una vez metidos en un bosque cerrado, con cierta dificultad para seguir las marcas ya que en ocasiones no seguían el camino principal, esto no para de subir. Nuevo tramo rompepiernas 100 % que parecía no terminarse nunca. Y es que cuando parecía que el terreno picaba algo hacia abajo se continuaba con una rampa más dura que la anterior. La verdad es que se nos hizo eterno. Cuando ya enfilamos hacia abajo aparecemos en Izarra, con la sensación de que tenía que haber más bajada para todo lo que habíamos subido, pero no, ya está.
Recogimos nuestra obsequio en meta, 1/2 queso de Idiazabal, y a comer que hay hambre. Encima, morcilla y chorizo a la parrilla, que lujo, junto con cerveza fresquita, ¡sírvase usted mismo !
Lavamos las burras, duchita con agua caliente y vuelta al hogar.
Un día perfecto.
Garmin Connect
Tras el chasco de la Quebrantahuesos, este domingo el tiempo nos iba a acompañar.
Otros años ya habíamos realizado esta marcha y suele estar bastante bien, sobre todo si no hay barro.
Así pues, nos presentamos en Izarra a primera hora de la mañana para formalizar las inscripciones. Nos da tiempo a tomarnos un café antes de la salida.
A las 9:30 h nos ponemos en marcha.
Enseguida nos damos cuenta de la dureza que nos espera, muy rompepiernas desde el principio, con importante subida a partir del km 10. En el 22 coronamos la máxima altitud pero continúan los desniveles. Menos mal que empieza la bajada por senderito estrecho en un maravilloso bosque. En un abrir y cerrar de ojos nos presentamos en Izarra, donde está el avituallamiento, bien provisto de todo, pos cierto.
Este es el punto final de la marcha corta, pero para los de la larga, nuestro caso, quedan otros 20 km.
Los organizadores apuntan la dureza del terreno al igual que lo bonito del recorrido, y es que hay 2 importantes subidas; la cruz de Anda y subida a Badaia por Eskolumbe.
En la primera, las rampas son duras pero poco a poco coronamos, destacar a 2 fogosos animadores en paños menores, no dábamos crédito a lo que estábamos viendo.
Rápida bajada ya que sin darnos cuenta estamos en Eskolumbe subiendo de nuevo. Este sí que se hace más largo, rampas sin descanso hasta arriba. A lo lejos vemos ya Ganalto dejándolo a mano dcha enfilamos el descenso. Parece que ya ha pasado lo más duro, estamos sobre el km 45 así que falta poco. Pues no, lo más duro estaba por llegar. Una vez metidos en un bosque cerrado, con cierta dificultad para seguir las marcas ya que en ocasiones no seguían el camino principal, esto no para de subir. Nuevo tramo rompepiernas 100 % que parecía no terminarse nunca. Y es que cuando parecía que el terreno picaba algo hacia abajo se continuaba con una rampa más dura que la anterior. La verdad es que se nos hizo eterno. Cuando ya enfilamos hacia abajo aparecemos en Izarra, con la sensación de que tenía que haber más bajada para todo lo que habíamos subido, pero no, ya está.
Recogimos nuestra obsequio en meta, 1/2 queso de Idiazabal, y a comer que hay hambre. Encima, morcilla y chorizo a la parrilla, que lujo, junto con cerveza fresquita, ¡sírvase usted mismo !
Lavamos las burras, duchita con agua caliente y vuelta al hogar.
Un día perfecto.
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