Wikiloc
Connect Garmin
Bueno tras mi regreso de vacaciones y dado que los demás no se han decidido a hacer la crónica, veo que me toca a mí.
No sé qué pasa últimamente, pero esto de las retiradas se va convirtiendo en algo normal. Lo del Soplao era comprensible, dada la situación meteorológica, pero lo de la Eusko Bike,... Bueno excusas había, Jose se subió el Ioar con plato mediano y hasta la retirada en Maeztu aguantó con dicho plato como un campeón, no sé cómo llegó hasta allí, pero doy fe de que lo hizo, Oscar no anda fino últimamente, y si éstos dos no nos meten presión a Ritxar y a mí, la retirada es más factible cuando hay alguna complicación, y en este caso fue la dureza del primer tercio de la etapa.
Centrándonos en el recorrido, nada más salir subimos el Ioar, dureza constante sin rampas muy duras pero largas, y tras reunirnos todos en el alto comenzamos el descenso. Enseguida había que bajarse por todas las piedras y la dificultad del terreno, y viendo como alguno comprobaba la dureza del terreno en sus propias carnes, pero después la bajada fue preciosa, rápido sendero estrecho para disfrutar al 100 % de la mountain bike.
Después venía un terreno rompepiernas bastante duro antes del primer avituallamiento y eso fue lo que se nos hizo interminable, durísimo, la verdad es que una vez allí tirados en el suelo con un pintxo de tortilla de patata nos planteamos retirarnos, pero la organización nos dijo que el 2º tramo era más rápido que el 1º, y que había que dar bastante vuelta para volver a Campezo por carretero. Así que tras reponer fuerzas decidimos continuar. La organización tuvo razón, este tramo era mucho más rápido que el 1º y se nos dio mejor.
Hubo dudas en continuar pero como conocíamos la dureza del último tramo y que si comenzábamos no había vuelta atrás, decidimos aposentar nuestros traseros en la terraza de un bar de Maeztu con unas buenas jarras de cerveza y unas patatas brazas, como para levantarnos de allí, je, je. Veíamos pasar a la gente que continuaba la marcha. Se nos juntó más de uno y estuvimos compartiendo experiencias, muy buen rollo.
La vuelta fue tranquila por la vía verde hasta Campezo, duchita, ensalada de pasta y hasta el próximo año, que habrá que terminarla.
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Bueno tras mi regreso de vacaciones y dado que los demás no se han decidido a hacer la crónica, veo que me toca a mí.
No sé qué pasa últimamente, pero esto de las retiradas se va convirtiendo en algo normal. Lo del Soplao era comprensible, dada la situación meteorológica, pero lo de la Eusko Bike,... Bueno excusas había, Jose se subió el Ioar con plato mediano y hasta la retirada en Maeztu aguantó con dicho plato como un campeón, no sé cómo llegó hasta allí, pero doy fe de que lo hizo, Oscar no anda fino últimamente, y si éstos dos no nos meten presión a Ritxar y a mí, la retirada es más factible cuando hay alguna complicación, y en este caso fue la dureza del primer tercio de la etapa.
Centrándonos en el recorrido, nada más salir subimos el Ioar, dureza constante sin rampas muy duras pero largas, y tras reunirnos todos en el alto comenzamos el descenso. Enseguida había que bajarse por todas las piedras y la dificultad del terreno, y viendo como alguno comprobaba la dureza del terreno en sus propias carnes, pero después la bajada fue preciosa, rápido sendero estrecho para disfrutar al 100 % de la mountain bike.
Después venía un terreno rompepiernas bastante duro antes del primer avituallamiento y eso fue lo que se nos hizo interminable, durísimo, la verdad es que una vez allí tirados en el suelo con un pintxo de tortilla de patata nos planteamos retirarnos, pero la organización nos dijo que el 2º tramo era más rápido que el 1º, y que había que dar bastante vuelta para volver a Campezo por carretero. Así que tras reponer fuerzas decidimos continuar. La organización tuvo razón, este tramo era mucho más rápido que el 1º y se nos dio mejor.
Hubo dudas en continuar pero como conocíamos la dureza del último tramo y que si comenzábamos no había vuelta atrás, decidimos aposentar nuestros traseros en la terraza de un bar de Maeztu con unas buenas jarras de cerveza y unas patatas brazas, como para levantarnos de allí, je, je. Veíamos pasar a la gente que continuaba la marcha. Se nos juntó más de uno y estuvimos compartiendo experiencias, muy buen rollo.La vuelta fue tranquila por la vía verde hasta Campezo, duchita, ensalada de pasta y hasta el próximo año, que habrá que terminarla.
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